La descripción de esta alteración fue informada por primera vez en escritos médicos en el año de 1785 en Europa y desde entonces el estudio de esta manifestación a sido constante por parte de los pediatras y neonatólogos. La mayor parte de las ictericias son debidas a problemas que son pasajeros y benignos, pero existe un número de enfermedades que son graves y es necesario identificarlas en las primeras semanas de la vida.

Esta manifestación se produce por varios mecanismos, uno de los más frecuentes es una destrucción mayor de los glóbulos rojos que circulan en la sangres, secundaria a varias causas como: diabetes materna, consumo de tabaco durante el embarazo y como consecuencia de que el niño tenga diferente grupo y Rh en sangre, que el de su mamá, entre otras. Una vez destruidos los glóbulos rojos se libera una sustancia llamada bilirrubina que debe ser metabolizada por el hígado para convertirla en bilis. Sin embargo cuando la capacidad del hígado es sobrepasada esta se acumula en la sangre y produce el color amarillento de la piel (ictericia), en estos casos es suficiente, en ocasiones, la exposición del niño a la luz ultravioleta para disminuir la coloración amarilla de la piel.

Sin embargo el color amarillo de la piel puede estar dado también por otro tipo de bilirrubina, aquella que ya habiendo pasado al hígado, no  puede salir del mismo como bilis, porque existe un mal funcionamiento en alguna de las estructuras como: la no existencia de vesícula biliar u otras alteraciones en el  propio hígado.

En el primer caso la coloración amarilla de la piel tiende a desaparecer en las dos primeras semanas de vida del niño, usualmente el médico receta baños de sol. Sin embargo debe de tenerse cuidado, ya que cuando existe una enfermedad más delicada el color amarillo de la piel no disminuye con los baños de sol,  cuando esto suceda, deberá  acudir de inmediato con el Pediatra ya que será necesario hacer exámenes de laboratorio para llegar a un diagnostico preciso y así identificar enfermedades que pueden poner en riesgo la vida del niño.

POR LO TANTO SI EL COLOR AMARILLO DE LA PIEL DEL NIÑO PERMANECE POR TRES SEMANAS, ACUDA DE INMEDIATO AL PEDIATRA